El Tomillo




¡Hola  Arqueros y amantes de la Naturaleza! ¡Seguimos observando nuestro entorno!
Como os decía en el post anterior, el año pasado planté un pequeño Romero en una jardinera, pues bien, a ambos lados del romero planté unos esquejes de Tomillo, ya que los requisitos tanto de riego como de exposición solar son similares en ambos, y el tipo de suelo y drenaje también. Al hilo, os comento a los que estáis pensando en empezar a fabricaros vuestro mini espacio de aromáticas, que tanto el Romero, como la Mejorana, el Orégano, la Salvia, el Laurel, la Lavanda y el Tomillo, son plantas que podremos tener juntas, ya que todas se desarrollan muy bien a pleno sol y además no requieren muchos cuidados;  son perfectas para un jardín sostenible, un balcón, el alféizar de una ventana o una galería; no necesitan mucho riego en verano, es más, no les gusta que las mimen en exceso, y no tenéis más que daros un paseo por los alrededores para ver que crecen muchas de ellas de forma silvestre; eso sí, procurad que los recipientes en los que os decidáis a cultivarlas no sean de plástico para que no se deshidraten si están muy expuestas al sol en verano, ni sufran un exceso de humedad en invierno.
Vamos a deleitarnos un ratillo con el Tomillo.
El hecho de que lo plantase con el Romero, aparte de lo que os acabo de contar, es porque sus propiedades medicinales son muy similares y también sus florecillas, como podéis ver.
                       


Rafael os podrá contar muchas cosas de las propiedades del Tomillo, yo, como siempre, llevándolo exclusivamente a la experiencia propia, os diré que casa perfectamente con el Romero y que podéis fabricaros un nuevo ACEITE PROPIO incorporando ambos, ya que los dos son excelentes relajantes musculares. Además, el Tomillo es uno de esos antibióticos con los que la Naturaleza nos agasaja, con lo cual, tenemos con él un antiséptico perfecto para esos rasguños en el campo.
Tengo en la estantería un maravilloso libro editado en 1977 por Salvat, que se titula “Historia, mito y presencia de la flor”, y aunque soy más dada a contar que a transcribir, os voy a transcribir un párrafo que viene en la página 119 (por si algunos tenéis el libro):
“Como medicina, los romanos lo emplearon contra las epilepsias y las mordeduras de serpientes. También el tomillo hervido con vinagre decían que disipaba las jaquecas pertinaces. En decocción se consideraba eficaz contra las melancolías perniciosas. Además, se decía que activaba la circulación de la sangre, favorecía el trabajo intelectual y proporcionaba un sueño apacible. Cuando en 1719 se destiló de la esencia del tomillo un fenol llamado timol (que hoy se fabrica sintéticamente), se hizo el agua timolada, tan acreditada para los golpes, reumatismos y tortícolis. También las hojas pulverizadas del tomillo eran consideras un dentífrico excelente. El tomillo en vino producía un brebaje con efecto sanador de úlceras y heridas menores.”
Como podéis ver, los usos del Tomillo son de lo más variopintos desde la antigüedad; pero yo os diré que aparte de utilizarlo junto con el aceite de Romero para los masajes, cuando más lo usamos en casa es en el invierno y en la primavera. Os cuento: las infusiones de Tomillo (unos 20 o 30 gramos de Tomillo por litro de agua), son de esos remedios caseros que funcionan a las mil maravillas para aliviar los dolores de garganta o cuando se tiene el pecho muy cargado de mucosidad; pero además, también funciona muy bien para la tos seca y asmática de las alergias; por eso os decía que cuando más la utilizamos es en invierno, por los catarros y, en primavera, porque tenemos a una alérgica en la familia.
Otro truquillo que os resultará útil y que yo hago a mi hijo –un púber con las hormonas “ajetreadas”- es una decocción (unos 1oo gramos de Tomillo por litro de agua, durante unos quince minutos al fuego, pero sin que llegue al punto de ebullición), que resuelve a las mil maravillas ese fastidioso sudor de los pies y que se transforma en algo irrespirable en las deportivas de un adolescente, ¡seguro que todos los Arqueros que tengáis hijos adolescentes me entendéis!; pero lo mejor, es que funciona igual de bien cuando llegáis a casa agotados y con los pies ardiendo tras una larga jornada de tiro o de estar haciendo senderismo en verano. Sólo tenéis que realizar un baño de pies con la decocción una vez que esté templada, luego enjuagarlos con agua fría y secarlos bien; si tenéis a alguien que os dé un masaje en los pies con cualquiera de los aceites que os habéis hecho vosotros mismos, ya ¡ni os cuento!; también puede ser un auto masaje… ¡Espero que me contéis cómo os ha ido cuando hagáis la prueba!



Como lo prometido es deuda, aquí tenéis las fotos del Romero y del Tomillo. (Perdonad la calidad, pero están hechas con un móvil ).





Otra cosita.
 No tiene nada que ver con el Tomillo, pero tal vez os sea útil a alguno. La foto superior que he puesto del Tomillo, no la he hecho yo, básicamente porque quería que vieseis las florecillas que le salen, y mis Tomillos todavía no han dado flor. La he sacado de una página que os podría resultar útil si tenéis que subir alguna foto a la red y no podéis hacerla vosotros mismos. Son fotos libres  de derechos de autoría. La página en cuestión se llama https://pixabay.com/
¡Suerte Arqueros y Curiosos y hasta el próximo post!


Sol