Arquero, ¿quieres
ser El Certero?
No distingas entre
la belleza del mundo,
la del arco, y tú mismo; Porque tu corazón no
está separado del arco, tu arco del mundo, ni el mundo de la Unidad.
Todo está transido
del mismo principio y el Alfa y el Omega, el principio y el fin, están juntos y
se encuentran por doquier; disponibles para el príncipe y el mendigo, velan a
ambos lados de la trayectoria, para ti y para tu blanco, de la misma forma que,
hacia tu centro apuntan las palas de tu arco al disparar.
RMM.