Como hacer Tinturas.- 1ª Parte





¡Hola, Arqueros y curiosos!
Hace un par de días, estuvo haciendo Rafael de “alquimista”: renovando hierbas en tinturas, mezclando aceites, dando forma a “nuevas criaturas” y preparando futuros licores.
Como no tenemos un espacio destinado a estos menesteres, la cocina pasa a ser el centro neurálgico, un “laboratorio de herbolario” y un obrador, porque mientras él hacía “alquimia” de hierbas, yo hacía “alquimia” preparando una nueva receta de galletas; ¡la mezcla de olores era del todo embriagadora! Y, por si no fuese suficiente, iba probando “en mis propios huesos” los remedios herbarios; el resultado fue dejarme un hombro con tendinitis medio adormecido y sin dolor durante unas cuantas horas J
Bueno, ¡vayamos al grano!
Cuando queremos conservar las propiedades y alargar la vida de nuestras hierbas medicinales, lo que hacemos, es una Tintura, o lo que es lo mismo, un concentrado líquido que nos permite tener en un par de gotas, las propiedades de una gran cantidad de hierbas. Ya os ha contado Rafael que el etanol (el alcohol de uva) es el mejor para “crear” las tinturas; él prefiere el aguardiente y si es bidestilado o tridestilado mejor, pero hay que reconocer que actualmente es difícil de encontrar (salvo que vuestro farmacéutico os lo prepare o que tengáis un alambique y mucha paciencia… o un laboratorio, claro…), así que si queremos otros alcoholes igualmente neutros, podremos utilizar el orujo o el vodka, aunque son válidos también el ron, el whisky, el brandy, etc. En cualquier caso, salvo que la tintura que vayamos a realizar sea exclusivamente de uso externo (en ese caso podremos usar alcohol etílico, el de farmacia de toda la vida), debemos emplear siempre un alcohol apto para el consumo, ya que así podremos utilizarlo tanto para uso interno como externo.
La segunda materia prima que necesitamos, es, sin duda, una buena selección de plantas: las nuestras recién cortadas y frescas, las que hayamos recolectado y dejado secar, o si no nos ha dado tiempo, nos servirán igualmente las de nuestro herbolario de confianza. Para las tinturas se aprovecha toda la planta; normalmente en las hierbas medicinales usaremos las ramitas enteras con flores incluidas, pero también se pueden hacer tinturas de raíces, de semillas y de las cortezas de varios árboles o arbustos leñosos. Rafael os irá contando en breve cómo hacer diferentes tinturas según el uso que les vayamos a dar y os especificará qué elementos utilizar de las plantas y también las cantidades y porcentajes de hierbas y alcohol. Recordad que en esto, como en todo, aunque se nos dé bien y sea muy gratificante, es primordial tener los conocimientos y la experiencia para poder realizar “nuestra pequeña botica de remedios”, o por lo menos una “receta” que sepamos fehacientemente que va a ser buena, porque ni todas las hierbas son adecuadas para hacer tinturas, ni siempre es recomendable tomarlas; me explico, hay plantas que tienen principios tóxicos que se potenciarán al prepararlas en tintura y además, hay casos en los que si os estáis medicando es inviable este tipo de soluciones naturales; en algunos casos porque puede producir efectos secundarios no deseados, y en otros simplemente por el uso del alcohol. Así que como no son conocidas todas las interactuaciones con los medicamentos, más vale siempre prevenir.
Algo que también es importante a la hora de realizar Tinturas es el uso de plantas fresca o secas y la diferente graduación del alcohol, pero eso lo veremos en el siguiente post, mientras, dedicaros a pensar qué tintura vais a realizar primero o preguntadle a Rafael qué os propone él para esas “contracturas de Arquero”.
¡Nos leemos!


Sol