Es importante empezar y terminar la jornada con una sensación de victoria sobre los hechos del día. Como decía un amigo, el Grial está por doquier.

La victoria no proviene del conflicto, sino de hacerte uno con las cosas; se asienta en la coherencia y ésta, en la posición.

La posición en la diferencia y en el saber: hasta un humilde copo de nieve ocupa un lugar preciso en el devenir; cae y se muestra bajo reglas precisas.


Y, sin posición, no hay disparo, ni hecho alguno que pueda trascender.

RMM.

TIC TAC





Aunque hagamos impases y busquemos las formas, el Tiempo jamás se detiene; es la gran riqueza que todos poseemos y el gran maestro que nos va enterrando a todos… Nuestro maestro, no es tan cruel, aunque tampoco da mucha tregua, así que después de un breve relax veraniego, vuelve a marcar el ritmo de entrenamientos con la melodía de su tambor. La cita en Los Castaños, “un espacio único e inspirador para celebrar actos dirigidos a mejorar la salud física, mental y espirirual", según ellos mismos se definen.
El fin de semana os llevará a gastar tiempo verde, el del frondoso entorno; tiempo azul, del cielo; tiempo amarillo, de la buena compañía… un tiempo ansiado o robado a otros menesteres, pero seguro, un tiempo aprovechado y que, como una semilla, dará sus frutos en primavera.

Bien venidos todos a este espacio de tiempo ganado y que sea un tiempo sin tiempo!




Preciso tiempo necesito ese tiempo
que otros dejan abandonado
porque les sobra o ya no saben
que hacer con él
tiempo
en blanco
en rojo
en verde
hasta en castaño oscuro
no me importa el color
cándido tiempo
que yo no puedo abrir
y cerrar
como una puerta

tiempo para mirar un árbol un farol
para andar por el filo del descanso
para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida
y para darme cuenta
y para darme cuerda
preciso tiempo el necesario para
chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo

tiempo para esconderme
en el canto de un gallo
y para reaparecer
en un relincho
y para estar al día
para estar a la noche
tiempo sin recato y sin reloj

vale decir preciso
o sea necesito
digamos me hace falta
tiempo sin tiempo.

Mario Benedetti









“Una cantidad exacta de iluminación”








Por encima de deseos y fantasías, no tendría sentido pensar en una sabiduría estática que nos acerca a nuestra mejor faceta y, tal vez a Dios, a condición de no hacer nada. Por las mismas razones, una meditación estática es solo la antesala de la verdadera meditación, la que acontece en el devenir cotidiano y se expresa a través de nuestros actos. De éstos, acaso como nosotros, todos son relevantes, pero no iguales.
Partiendo del tremendo poder de transformación de que disponemos, de la singular importancia de todo y todos, el arco ofrece un gesto potente, atávico, ligado a las más profundas capas de la psique, que se revela como una herramienta capaz de mostrar puertas desconocidas. Siempre hay momentos brillantes, esclarecedores. El avance es rápido, por la adaptación de conceptos universales al momento y a la cultura, pero el resto, lo importante, pulir la piedra, depende de ti y, como toda iluminación, no es mensurable, ni comparable,  es solo tuya.

El primer indicio para seguir este camino, ya que es uno de muchos, es simplemente una atracción estética, ya que ética y estética suelen ir parejas, suele haber una razón. Lo que aprendas, más allá del deporte, cambiará tu mirada, posiblemente te sorprenderá y te servirá en otros ámbitos. Y si toca hondo, podrás proseguir con otros cursos y con el grupo de entrenamiento. El tesoro inagotable, seguirá siendo tuyo.


"Nuevo Curso" 2016/2017




¡Hola a todos!
Retomamos el movimiento como los infantes que dejan de dormir un par de días antes para ensoñar las novedades que les traerá el nuevo curso y, con las energías renovadas y gran dosis de emociones crecidas, lo inauguramos con un nuevo ciclo de conferencias y cursos.

“El mero hecho de existir y, por tanto, el de realizar un gesto o tirar con arco, apela al poeta guerrero” RMM

Apelamos a todos nuestros arqueros, poetas, curiosos y guerreros al seguimiento de este nuevo reinicio, ya que siempre es un retomar nuevo, una nueva iniciación, un nuevo despertar a las viejas ilusiones y los viejos conocimientos; vamos a ampliarlos, crecer de nuevo con ellos y darles un soplo distinto, el de la ductilidad de las cosas que se hacen con el alma y que nunca dejan de desarrollarse y crecer.

Gracias a Hermesan y a Los Castaños por seguir un año más colaborando con nosotros.

¡Bien venidos y bien hallados todos de nuevo!











El Arte de Vivir y la Senda del Héroe. (I)





Enigmático título, ¿cuál es el arte de vivir? La disposición de aprehender la belleza que pasa, sin retenerla. Pero dirás ¿Qué tiene esto que ver con la arquería, con los artículos de fitoterapia y otras cosas que vamos publicando?
Muy sencillo, sin descartar la flexibilidad y la capacidad de adaptación, tal cual sea tu visión de la vida, así será tu arquería, y viceversa. Aferrarte al resultado solo conseguirá que la flecha vuele mal y no alcance su objetivo, porque no alcanzará su plenitud como hecho, pero con todo, la flecha es manifestación y vuela en un contexto del que es parte inseparable y, al que permanece unida por siempre. No puedes disparar una flecha en el bosque sin observar el bosque y esta paradoja. En el paso veloz del momento brilla la eternidad, en lo singular, el Todo.
El instante es como una flecha, que jamás será la misma, ni jamás volverás a arrojar. Tú mismo eres flecha, algo que nunca más se verá en el devenir de los tiempos. Si aceptas tu fuerza y belleza, tu conexión a todo y tu inexorable brevedad, estarás cerca de los secretos del mago; entonces, amigo mío, comprenderás que ya puedes llamarte mago o arquero, que has transitado por la Senda del Héroe y, que quizá todo esto sea la misma cosa.

Rafael.



¿Qué es Neurofeedback?







¡Hola, Arqueros y Curiosos!
Hoy os traemos un tema que a nosotros nos ha apasionado. Es algo todavía novedoso en España, pero ampliamente utilizado en Estados Unidos desde hace décadas.
Sabéis el refrán que dice “Dios los cría y ellos se juntan”, pues algo así es lo que ha sucedido. Conocemos a SofíaMartínez Elduayen, desde la adolescencia; una asturiana con carácter y buena persona donde las haya. La vida siempre nos lleva por caminos distintos pero que se entrelazan una y mil veces, y ya sabemos que cuando alguien está destinado a cruzarse en nuestras vidas, siempre hay una razón; esto es lo que sucedió con Sofía, la distancia leve de épocas que el azar trae consigo y un reencuentro mágico e insospechado. Sofía siempre se dedicó al Diseño y estudió Bellas Artes; sensible y emotiva al color, curiosa y pionera en el campo de la informática y, de repente, cosas del destino, la reencontramos más sensible que nunca a dar todo de sí misma por los demás y, a comunicar, de un modo totalmente distinto a lo que era su mundo de las artes gráficas, entregada a la ciencia del entrenamiento cerebral a través del estudio de las ondas cerebrales registradas en un electroencefalograma… El Neurofeedback según definición de Neurofeedback España es:
“una aplicación neurocientífica de reorganización del cerebro, basada en la observación de las ondas cerebrales por electroencefalograma y su corrección de las frecuencias, gracias a un programa informático (software), lo que permite al cerebro reorganizarse para su mejor funcionamiento, apareciendo cambios positivos tanto a nivel psíquico como físico. Es una técnica no invasiva, basada en la neuroplasticidad cerebral, durante la cual la persona tratada no recibe ningún tipo de impulsos o descargas eléctricas.”

Sofía nos hizo un estudio en su casa, nos enseñó el funcionamiento y trabajó varios días con nosotros para ver el funcionamiento de las ondas cerebrales en estado normal, en estado de meditación y llevando la consciencia a diferentes focos para ver variables. Tanto Sofía como nosotros sacamos más conclusiones de la flexibilidad y ductilidad cerebral de las que ya teníamos y fue totalmente gratificante estar en sus manos. El estudio nos sirvió a ambos, ya que hay ondas que en estado de vigilia normal no se activan, pero en estados de meditación o de alteración de consciencia sí, y no suelen ser comunes en las terapias normales. Maravilloso el trabajo de Sofía y como no, nuestro más sincero agradecimiento por compartir conocimientos desde perspectivas diferentes.
La labor que viene realizando Sofía desde hace unos años, es además de encomiable, totalmente recomendable a todos los que busquéis una terapia alternativa o de apoyo a las terapias convencionales ya que los resultados son sin lugar a dudas de lo más favorables.
Os dejamos enlaces tanto a su página web , a su blog , como a su Facebook para que curioseéis un poco y, esperamos realmente que os resulte, cuando menos novedoso y agradable saber que hay otros métodos para ayudar a gente con problemas de los que en la actualidad casi nadie se salva de padecer.
Si estáis interesados en probarlo, Sofía os hará un descuento a través de Saludae
¡Muchísimas gracias Sofía!!!

¡Hasta pronto, Arqueros y Curiosos! Esperamos que os haya gustado el tema y que nos comentéis…

Sol.



Entrevista en Mundo Parapsicológico





A principios de año, Pablo Moreira, de Mundo Parapsicológico, realizó una entrevista a Rafael, para conocer un poco más el camino de Arquería Transcendental.
Rafael nos da algunas claves que tal vez os animen a los que no os decidís todavía a coger un arco, para que sea el instrumento que os haga centraros más en vuestro día a día.
Esperamos que os resulte interesante y que tal vez os sirva de acicate para probar una forma distinta de fortalecimiento personal, de focalización y de relajación.














Aceite caliente, el milagroso.



Aceite, jengibre y romero




Salud, Arqueros y Montaraces.
Hoy vamos a hablar de un aceite milagroso, recompone musculatura profunda, tendones, permite extender entrenamientos, protege las articulaciones de los excesos, de los cambios de tiempo y temperatura, es antirreumático y, es de los pocos que puedes usar antes de tirar, durante y, desde luego, después.
Podría ir bien para culturistas, pero desde luego para arquería, tenis y golf, que son muy consuntivos con las articulaciones superiores, es idóneo.
Lo llamo así, no porque se prepare o use en caliente, sino por el predominio de fuego, aunque luego busque un equilibrio. Es sencillo, todo está en casa o cerca, es fantástico, y permite varias adaptaciones, sobre todo en materia de olores y aromas.
La base es aceite virgen de oliva, que ya es de por si bueno para estos propósitos, y el eje el laurel. Yo prefiero usar las bayas, pero en su ausencia también hojas sirven.

Así llena el bote donde vayas a prepararlo entre 1/3 y 2/5 de laurel, bayas u hojas. Añade jengibre, si es fresco y en rodajas finas, mejor. Ajo y Romero.
  Para dar un contrapeso algo de reina de los prados (contiene mucho salicílico) o corteza de sauce, un poco.
Y si no tienes problemas con el picante, algo de cayena.

Mantén esta carga entre 15 días y un mes. A estas alturas tienes algo muy útil pero que huele a ensalada, pero tranquilo, no hemos terminado, se soluciona en la segunda carga, y ésta has de dejarla mínimo otro mes, pero cuanto más tiempo, mejor. Yo la dejo en el bote hasta que cristaliza, y voy sacando lo que necesito a un pequeño frasco.
Vacía y escurre bien las hierbas de la primera carga y añade sobre ese aceite una segunda carga, hasta poco más de la mitad del bote (esta vez sin ajo y jengibre o cayena), de los siguientes componentes:
Laurel, la mayor parte
Un poquito de verbena
Ortiga desecada al sol, o Angélica.
Mirra molida, o incienso, o ambos, al gusto. Para mí, mejor mirra y un poco de clavo.
Esto ya huele mejor y el aceite resultante se puede mezclar bien con tinturas de sauce y harpagofito para potenciarlo, y esencias de Ylang, clavo, ciprés o cedro.
Si has usado cayena, prueba a mezclarlo antes de usarlo con aceite alcanforado y/o esencia de eucalipto, la mezcla es de frío-calor.
Con el subproducto, las hierbas escurridas que aún tienen algo de aceite, tanto si han llegado a cristalizar o no, una buena idea es mezclarlas con arcilla para usarla de vez en cuando en los hombros y codos.


Rafael.

Hemos puesto enlaces a casi todas las plantas utilizadas, a una página de Botánica que nos parece de las mejores. Según vayamos añadiendo nuestros propios artículos sobre diferentes hierbas, iremos cambiando los enlaces.




Cómo hacer Tinturas. 2ª parte





¡Hola Arqueros y Curiosos!
Vamos a seguir viendo las consideraciones a tener en cuenta a la hora de fabricar nuestras tinturas.
El otro día cotilleando en las tiendas me di cuenta de que había algo que no os había aclarado; seguro que os habéis decantado muchas veces por la compra de algún cosmético al leer en su composición: con extracto de caléndula, con extracto de aloe vera, etc., pues bien, todas las tinturas son extractos, pero no todos los extractos son tinturas. Sabemos ya, que en las tinturas los extractos de las hierbas se concentran con alcohol; cuando utilizamos cualquier otro disolvente para extraer las propiedades de nuestras hierbas -agua o glicerina, por ejemplo-, entonces lo que estamos fabricando es un Extracto. Muchos de los cosméticos que compramos, incluidos los jabones, pueden llevar extractos de plantas, bien porque hayan utilizado alguna tintura para hacerlos, o bien porque directamente hayan mezclado las plantas con la solución del preparado, por ejemplo, en los jabones caseros, podemos utilizar de base la glicerina y añadir directamente las hierbas trituradas que deseemos incorporar, o bien unas gotas de tintura. Evidentemente, se pueden añadir aceites esenciales, pero entonces se especificará que nuestro jabón “tiene aceite esencial” de tal planta.
Aclarado esto, sigamos con el proceso de realizar Tinturas.
Cuando pensamos en preparar una tintura, tenemos que tener en cuenta si la vamos a fabricar con hierbas secas o frescas, y también el tipo de alcohol que vamos a utilizar.
Para que os quede más clara la forma de hacerlo os lo voy a explicar, en vez de con los gramos de plantas y medidas de alcohol, con las “partes” que debemos utilizar en un frasco. Os aconsejo que empecéis con frascos pequeños y que reutilicéis -siempre que cierren bien- los frascos de cristal en los que vienen envasados los espárragos, las aceitunas, etc. ya que es una buena forma de reciclar los envases de vidrio que siempre andan por la despensa a la espera de algún uso.
Si queremos utilizar las hierbas frescas os aconsejo picarlas muy finas o directamente majarlas en un mortero de piedra o cerámica, ya que de esa forma se liberan y aprovechan mejor los jugos. Echáis todo en el frasco hasta llenarlo 2/3 o ¾ con la hierba elegida; luego, cubrís con el alcohol, de tal forma que las hierbas queden totalmente cubiertas, pero que el líquido pueda agitarse. Si lo que vamos a utilizar son raíces frescas, entonces llenaremos el frasco con ¼ o ½ de raíces y seguiremos el mismo proceso que antes, a la hora de añadir el alcohol.
Cuando la tintura la fabricamos con hierbas secas, trituraremos las plantas lo máximo posible y llenaremos el frasco con ½ a ¾ de hierbas y seguimos el mismo proceso de llenado con el alcohol. Si utilizamos raíces secas entonces, llenaremos el frasco con ¼ a 1/3 y tendremos en cuenta que van a expandirse casi la mitad de su tamaño, así que mejor pecar de defecto que de exceso, por si después nos resulta imposible agitar los componentes.
En la 1ª parte de Cómo hacer Tinturas, ya os hablé de los alcoholes que se pueden utilizar, pero hay factores que debemos tener en cuenta. Normalmente con un alcohol al 40% nos va a ser suficiente para que las hierbas no se pudran, aunque si son plantas con mucha cantidad de agua o bayas, va a ser mejor utilizar un alcohol próximo al 70% ya que ayudará a eliminar varios de los jugos de las plantas y a extraer mejor las propiedades aromáticas más volátiles. Si lo que vamos a utilizar para la tintura son cortezas, semillas o plantas muy resinosas, entonces, convendrá utilizar alcoholes entre el 85% y el 95% (tened en cuenta si utilizáis alcohol de farmacia, que sea totalmente puro para que pueda ingerirse, ya que muchos alcoholes de uso farmacéuticos tienen otros componentes, como antisépticos, y su uso sólo puede ser externo), con esto, conseguiremos extraer todos los aceites esenciales y extractos aromáticos de las plantas, eso sí, no os asustéis del olor ni del sabor, porque estos macerados de alcoholes de graduación alta no van a resultar muy agradables. No obstante, el rango de alcohol más utilizado para nuestras tinturas, va a ser entorno al 40% o el 50% ya que es bueno para la gran mayoría de plantas secas o frescas que no contengan demasiada agua.
Bueno, pues ya tenemos todos los ingredientes para hacer nuestras tinturas, ahora sólo queda un fácil proceso de paciencia.
Tenemos que preservar nuestros frascos de tinturas en un lugar oscuro -dentro de un mueble, por ejemplo- que esté seco y a ser posible sin cambios bruscos de temperatura, ¡fresquito! Los agitaremos varios días a la semana y vigilaremos el nivel de alcohol, ya que nunca podemos permitir que las hierbas queden al descubierto pues conllevaría la aparición de humedad y moho y arruinaría nuestra tintura. Si se evapora algo de alcohol, hay que rellenar de nuevo el frasco. El proceso suele durar unos dos meses, aunque hay tinturas que pueden utilizarse a los 15 días. Para extraer la tintura, colocaremos una gasa húmeda o cualquier tipo de filtro fino en un embudo para colarlo y que no se filtre ninguna partícula. Es recomendable que utilicéis botellitas o frascas oscuras para que la luz no deteriore antes de tiempo la tintura; si conseguís botellitas con cuenta gotas, mucho mejor, ya que recordad que vamos a utilizar gotas para nuestros remedios, ya sean mezcladas en agua o preparadas en infusión. Cuando se haya escurrido todo el líquido apretad todo lo que podáis la gasa, retorciéndola todo lo posible para que no quede nada de líquido, y ¡ya está! Ahora sólo os queda hacer unas pegatinas bonitas para indicar en cada frasquito todo el proceso: Qué hierba habéis usado, qué graduación tenía el alcohol, las cantidades que habéis usado de uno y otro componente y la fecha en que lo habéis envasado y la cantidad resultante. ¿Por qué todo esto? Bueno, básicamente por comodidad, ya que con esta “mini ficha de elaboración” os servirá para preparar una exactamente igual o para evolucionarla o mejorarla.
Ahora ya no tenéis excusa para fabricar vuestras tinturas, así que ¡ánimo y manos a las hierbas!; pero no olvidéis nunca lo que os dije en la primera parte del post y esperad las “recetas” fiables que os indicará Rafael.
¡Hasta pronto, nos leemos!

Sol.



Os he hecho unas pegatinas que podéis usar para etiquetar vuestras frascas de tintura J

     


  


  

Fin de curso Hermesan-Arquería Trascendental.







Terminó el primer curso de iniciación con Hermesan el pasado 19 de marzo. Todos los finales y principios, y este hito es ambas cosas, tienen una mezcla indefinible de nostalgia y alegría; algunos continuarán, a algunos no los veré, pero sé que estos momentos aparecerán en sus recuerdos en el devenir de los años, de la misma forma que me han ayudado a mí a crear un eco, un acorde más, en ese espacio sin tiempo donde habita la arquería. Este es el inconfesable secreto de gurús y maestros: te llevas tanto como das.
Gente de las artes marciales (arquería incluida) y la esgrima, del crecimiento interior, de la psicología, de la meditación y alguno que, ajeno a todos estos ámbitos, descubría una mirada nueva en la acción. Ante un elenco de alumnos cualificado por sus experiencias, cuando el objetivo es simplemente trasladar la posibilidad y mostrar apenas los rudimentos de un método, es difícil ampliar ese ámbito de realidad.

Mas, sobre los logros técnicos –y orgulloso puedo decir que los hay- destaco esto: una indefinible sensación de la que no sé decir más; un espacio se ha abierto.

Rafael.














      

Como hacer Tinturas.- 1ª Parte





¡Hola, Arqueros y curiosos!
Hace un par de días, estuvo haciendo Rafael de “alquimista”: renovando hierbas en tinturas, mezclando aceites, dando forma a “nuevas criaturas” y preparando futuros licores.
Como no tenemos un espacio destinado a estos menesteres, la cocina pasa a ser el centro neurálgico, un “laboratorio de herbolario” y un obrador, porque mientras él hacía “alquimia” de hierbas, yo hacía “alquimia” preparando una nueva receta de galletas; ¡la mezcla de olores era del todo embriagadora! Y, por si no fuese suficiente, iba probando “en mis propios huesos” los remedios herbarios; el resultado fue dejarme un hombro con tendinitis medio adormecido y sin dolor durante unas cuantas horas J
Bueno, ¡vayamos al grano!
Cuando queremos conservar las propiedades y alargar la vida de nuestras hierbas medicinales, lo que hacemos, es una Tintura, o lo que es lo mismo, un concentrado líquido que nos permite tener en un par de gotas, las propiedades de una gran cantidad de hierbas. Ya os ha contado Rafael que el etanol (el alcohol de uva) es el mejor para “crear” las tinturas; él prefiere el aguardiente y si es bidestilado o tridestilado mejor, pero hay que reconocer que actualmente es difícil de encontrar (salvo que vuestro farmacéutico os lo prepare o que tengáis un alambique y mucha paciencia… o un laboratorio, claro…), así que si queremos otros alcoholes igualmente neutros, podremos utilizar el orujo o el vodka, aunque son válidos también el ron, el whisky, el brandy, etc. En cualquier caso, salvo que la tintura que vayamos a realizar sea exclusivamente de uso externo (en ese caso podremos usar alcohol etílico, el de farmacia de toda la vida), debemos emplear siempre un alcohol apto para el consumo, ya que así podremos utilizarlo tanto para uso interno como externo.
La segunda materia prima que necesitamos, es, sin duda, una buena selección de plantas: las nuestras recién cortadas y frescas, las que hayamos recolectado y dejado secar, o si no nos ha dado tiempo, nos servirán igualmente las de nuestro herbolario de confianza. Para las tinturas se aprovecha toda la planta; normalmente en las hierbas medicinales usaremos las ramitas enteras con flores incluidas, pero también se pueden hacer tinturas de raíces, de semillas y de las cortezas de varios árboles o arbustos leñosos. Rafael os irá contando en breve cómo hacer diferentes tinturas según el uso que les vayamos a dar y os especificará qué elementos utilizar de las plantas y también las cantidades y porcentajes de hierbas y alcohol. Recordad que en esto, como en todo, aunque se nos dé bien y sea muy gratificante, es primordial tener los conocimientos y la experiencia para poder realizar “nuestra pequeña botica de remedios”, o por lo menos una “receta” que sepamos fehacientemente que va a ser buena, porque ni todas las hierbas son adecuadas para hacer tinturas, ni siempre es recomendable tomarlas; me explico, hay plantas que tienen principios tóxicos que se potenciarán al prepararlas en tintura y además, hay casos en los que si os estáis medicando es inviable este tipo de soluciones naturales; en algunos casos porque puede producir efectos secundarios no deseados, y en otros simplemente por el uso del alcohol. Así que como no son conocidas todas las interactuaciones con los medicamentos, más vale siempre prevenir.
Algo que también es importante a la hora de realizar Tinturas es el uso de plantas fresca o secas y la diferente graduación del alcohol, pero eso lo veremos en el siguiente post, mientras, dedicaros a pensar qué tintura vais a realizar primero o preguntadle a Rafael qué os propone él para esas “contracturas de Arquero”.
¡Nos leemos!


Sol

El Laurel.






¡Hola Arqueros y Curiosos!
Hoy tenía pensado enseñaros el Laurel que está en el jardín, pero ha sido imposible porque todo el día ha estado lloviendo y con muchísimo viento, así que, en otra ocasión será.
Está situado en la esquina nordeste del jardín, protegido por el seto que le hace de cortavientos y por el invernadero del vecino; esto es porque al Laurel no le gusta demasiado el frío y aquí los vientos del noroeste y del suroeste suelen ser helados en invierno, con todo, éste ya ha debido acostumbrarse al frío, porque lo cierto es que no parecen ni afectarle las heladas.
Para que no os quedéis sin reconocerlo, he encontrado una página que me ha gustado mucho y en la que se ven con mucho detalle en las fotografías las diferencias entre el LaurusNobilis y el PrunusLaurocerasus o Laurel cerezo. Es importante distinguirlos porque si el primero es el arbolillo aromático que todos conocemos (sobre todo a los que les gusta el marisco sin mucha elaboración…), el Laurel cerezo, bastante utilizado para formar setos, requiere bastante cuidado en su manejo y es venenoso por ingesta, ya que tiene ácido anhídrico; habrá personas que incluso les produzca reacción cutánea con sólo tocarlo, pero la ingesta, tanto de las hojas como las del agua, con este tipo de laurel puede provocar nauseas, vómitos, disnea, espasmos y fiebre, aunque en las dosis adecuadas para preparaciones medicinales sí se utiliza, especialmente como expectorante; pero yo no me arriesgaría a andar con él; lo podéis distinguir fácilmente por el olor amargo que tiene y porque las hojas son dentadas, así que no lo toqueteéis demasiado, y si tenéis alguno ornamental o como seto, ¡siempre con guantes!
El Laurus Nobilis , que es el que nos ocupa, era en la antigüedad clásica el árbol consagrado a Apolo, dios de la música y la poesía, de la profecía y de la curación; árbol de oráculos y victorias que es lo que significa Laurus.
Los griegos consideraban a éste arbolillo la panacea de todos los males y por eso lo dedicaron al dios Esculapio, que era el dios de la medicina; recordad también que los griegos coronaban con Laurel a los ganadores de sus juegos y que los romanos, decoraban las puertas del palacio de los césares con las hojas de Laurel como símbolo de nobleza y de los más altos logros; de aquí, viene la expresión “le han llovido laureles” (ha triunfado) o “no te duermas en los laureles” (no pienses que por tener éxito, ya no vas a tener que seguir esforzándote). También era tradición coronar con el Laurel con frutos, a los jóvenes que se doctoraban, y de los frutos o “baccas lauri “  (bayas de laurel), viene el término francés “Baccalaureate” (bachillerato).
Mucha inspiración popular ha movido el Laurel, y siempre con signos de eternidad, de resurrección, de creatividad, buena suerte y protección, hasta tal punto, que desde la época de Nerón ha existido el mito de que si muere un árbol de Laurel en un jardín, es que alguien de la casa va a morir; incluso Shakespeare menciona este mito en Macbeth:

“Se cree que el rey está muerto: nosotros no nos quedaremos,
Los laureles de nuestro país están todos marchitos.”

No conozco todas las propiedades del Laurel, aunque seguro que Rafael si os podrá ilustrar sobre ellas; sé que tiene propiedades antirreumáticas, y por tanto antiinflamatorias, y que suele utilizarse en infusión como remedio estomacal. Siendo sincera, los usos en casa, aparte de ser indispensable en muchos hervidos para aromatizar  y como condimento en general, lo usamos para muchas cosas y Rafael todos los años recolecta los diminutos frutos que brotan tras la floración, y las hojas, para hacer Aceite de Laurel.
Nuestro Laurel es macho, por lo que no da los típicos frutos con forma de aceituna negra y de los cuales se hace la Manteca de Laurel, con la que se fabrican los famosos jabones de Alepo
Otro uso que no mucha gente conoce, quizá porque no es necesario habitualmente, es como antipolillas de la madera; en las casas antiguas, con suelos de madera natural, o en esos viejos armarios de las casa de pueblo, si colocáis ramas de laurel, podéis estar seguros de que las polillas no asomarán por allí y encima, olerá fenomenal. Rafael, suele usarlo, ya que arde bien, como incienso y para sahumerios, solo, triturado con otras plantas y un aglutinante, o como hato central trenzado con otras hierbas y maderas.

¿Sabéis algún uso más del Laurel?

Sol


Primeros consejos de recolección y preparación de nuestras hierbas.



¡Salud Arqueros y Montaraces!. Vamos a abordar los rudimentos de toda preparación.
Primero, como decíamos hace poco, disfruta en todos los pasos.  Recoger hierbas no difiere en esto del tiro con arco: es un cortejo y, por tanto, o disfrutas del camino, o no encontrarás el fin; no tiene base científica, pero lo que de verdad confiere potencia a cualquier preparación es esto y no otra cosa, siempre que uses los ingredientes adecuados.
Segundo, no te acerques a la naturaleza como un saqueador. Respeto y agradecimiento son importantes en las relaciones humanas, y aquí también. Coge lo estrictamente necesario (ya dijimos que es poco, basta una pequeña parte) y deja el resto a la propia naturaleza y a los demás, tanto si estás en el monte o incluso en tu propio huerto de medicinales. Usar tus propias hierbas es casi una razón emotiva, energética; las que puedas adquirir en herbolario tienen los mismos principios.
Tercero, respeta a la tribu; esto te da una medida del tiempo en que vives. Algunas plantas están protegidas (como la humilde manzanilla) y, aunque algunas leyes son un exceso, suelen tener un sentido. Muchos depredadores ambientales ostentaban buenas razones. Así, sentido común, respeto y tolerancia suelen ir de la mano. A estas alturas, ya no hay naturaleza sin el hombre, ni hombre sin naturaleza. Recoge los dones y respeta a los demás; otros llegaron antes que tú y hay muchas perspectivas, a menudo el campo tiene dueño y acoge otros usos ancestrales, como el de agricultores y cazadores.
Dicho esto, podemos entrar en las bases: a grosso modo hay tres preparaciones básicas: decocciones, tinturas, aceites, y una cuarta que es la destilación. Combinadas forman una emulsión. Cada una tiene sus ventajas y propiedades.
Para los aceites, ya sea en caliente o por inmersión de las hierbas en frio, personalmente me decanto por el aceite de oliva: Es de aquí, es bueno, es económico. No necesitas un aceite virgen de gourmet, simplemente un buen aceite virgen. Sobre éste, una vez elaborado con las hierbas oportunas,  puedes añadir aceites como el de linaza, con maravillosos efectos sobre la musculatura o, el de trigo –que propiedades aparte- es un antioxidante y conservante natural. Y a partir de ahí equilibrar la mezcla con otros, aceite de pepitas de uva, almendras, sésamo, etc., o “subirla” con aceites esenciales por  destilación.
La decocción prolongada o la infusión en agua, a veces es el mejor método, pero hay que tener cuidado con las temperaturas y las prisas, ya que la temperatura destruye algunos principios. Por ejemplo, el salicílico no soporta la ebullición.
El alcohol. El de farmacia va bien, pero (al menos una parte) es preferible que sea alcohol de uva corregido, una especie de aguardiente bidestilado. En su ausencia, una parte de aguardiente sirve, pero en algunas preparaciones puedes usar brandy, incluso otros alcoholes aptos para ser ingeridos.
Sales. En mi caso la aproximación a este elemento ha sido totalmente empírica, tiene un origen alquimista, y en lo que mi propia experiencia he comprobado, funciona. Funciona físicamente y además permite una mayor “consciencialización” del preparado. Ahora bien, extraerlas no está al alcance de todos y la alternativa, las sales Schüssler, no son exactamente lo mismo y vienen disueltas en lactosa; con todo, sirven.
Bases oleosas para cremas y geles. Hay cremas neutras, pero lo mejor es usar manteca de cacao, karite y cera virgen, o mezclas de aceite y cera. En los geles, podríamos decir que una crema no grasa, lo mismo, si lo haces tú, agar-agar y/o decocción de semillas de lino.
Aceites esenciales. La quinta esencia del vegetal, se obtiene por destilación y aporta aroma y otras cualidades. Añadir esencias y tinturas fuertes al final, es la mejor manera de redondear y potenciar cualquier preparado. Aparte brinda todos los recursos de aromaterapia.
Experimenta. Se valiente, pero no pierdas la prudencia. Verás que una mera suma de componentes que hacen lo mismo, a veces resta. Un sistema no viene mal, y a saber hay dos: la alquimia y la telurología. Una con base celeste, otra con base telúrica. Ambas pueden darte un pie, y ciertas explicaciones –acientíficas- de porqué hay componentes que se complementan siendo opuestos y otros, que se combaten siendo afines.
Y me despido con una máxima de la experiencia: Todos estos remedios se diseñan con la mente, se elaboran con el corazón y, finalmente, se redondean con el olfato.


La Magia de nuestras “Hierbas”





¡Hola,  Arqueros y Curiosos!
Hoy, con la invernía que parece negarse a dar paso a la primavera, con esos colores plomizos de azul ultramar y violetas, no he podido evitar una “morriña” lenta y placentera que me ha trasladado a las sierras, no madrileñas, sino gallegas, de hace unos cuarenta años -¡que mira si ha llovido!-. Mi Galicia, es una tierra de Meigas y Magia donde las haya, aunque creo que coincide con todas las tierras donde se extienden las brumas durante meses, y donde los rayos de sol apenas consiguen salir un par de horas al día, si tenemos suerte.
No os voy a hablar de Galicia, ni de Meigas, pero sí de la Magia que siempre ha rodeado a las plantas.
La estrecha relación que existía entre la magia (como algo inexplicable) y la medicina, ha creado miles de mitos entorno a las plantas desde tiempos remotos, y siempre resulta curioso leer antiguos remedios de herboristas como Dioscórides, Gerard o Culpeper. Si pudiéramos trasladarnos al siglo VII antes de Cristo, a la biblioteca de Asurbanipal, encontraríamos las tablillas en las que sus médicos tenían registradas las propiedades de 250 plantas, entre las que estaban, por ejemplo, la amapola, la belladona, el ajo, la cebolla, el cáñamo y el azafrán.  Tanto egipcios, como griegos y romanos, veían de forma sacra las plantas y las hierbas, y las utilizaban para rituales y culto; también existía todo un sistema simbólico entorno a ellas y las utilizaban como lenguaje secreto, intercambiándose guirnaldas o ramilletes; esta tradición transmitida por siglos, llegó a hacerse tremendamente famosa en la corte medieval francesa, llegando a ser el lenguaje de amantes, poetas y místicos.
Podría seguir contándoos la evolución en los estudios medicinales de las plantas, desde Aristóteles a Hipócrates, o desde Dioscórides a Nicholas Culpeper, pero eso, si queréis, puedo intentar contároslo en otro momento.
Lo que realmente me ha movido a escribir, ha sido la “morriña” y el recuerdo de mi abuela, con su respeto y grandes conocimientos de mil “hierbas” que cultivaba, mimaba, recolectaba y etiquetaba meticulosamente, y con las que  preparaba remedios sin fin. A esta “Magia” era a la que me refería cuando he iniciado el post. Nuestras sabias abuelas, mujeres espectaculares donde las haya, tenían, sobre todo si vivían en el campo, algo innato que las hacía grandes conocedoras de las plantas. He de reconocer que poder pasar largas temporadas en un vergel como el que mis abuelos crearon, marca de algún modo mi forma de ver y sentir la naturaleza, y quizá también se moldeó la percepción de lo mágico o ese embelesamiento que a todos los que nos gusta la naturaleza y las plantas sentimos simplemente al contemplarlas. Mi abuela ponía mucho cuidado en la forma de tratar las plantas, les contaba lo que iba a hacer con ellas, las seleccionaba y las cortaba con una diminuta hoz o con una tijeras, exclusivas para sus “hierbas”; había plantas que era indispensable recolectar en un determinado momento (los calendarios lunares se los sabía de memoria), sembrarlas en una determinada luna, hacer esquejes, incluso recoger algunos frutos, era una pura magia de rituales y movimientos precisos, como si estuviese en un laboratorio y todo estuviese medido y calculado de antemano; pero creo que era básicamente entrega,  ensimismamiento y amor, lo que movía sus manos. Cuando recogía “hierbas”, eran momentos especiales para ella, y lo hacía con la máxima concentración; cuando necesitaba alguna planta silvestre que no era posible cultivar, como el árnica o los arándanos, era capaz de recorrer kilómetros para recolectarlas –hoy en día, esto sería imposible; tenemos a favor que son mucho más fáciles de conseguir; eso sí, aunque las propiedades sean las mismas, el sabor de los arándanos no tiene nada que ver -.
En la huerta-jardín que tenían mis abuelos, realmente había de todo, desde colmenas para las abejas, hasta un gran sapo que vivía en el estanque; un pequeño topo al que mi abuelo dejaba airear la tierra en el huerto de temporada y varios pajarillos que parecía tener domesticados, ya que se posaban en su rodilla cuando se sentaba a la sombra de un gran manzano antiguo que había injertado con dos tipos de manzana, la sangre de toro y la mingán. Todo era útil en la huerta y toda la huerta era un jardín: caminos de rosales a cuyos pies siempre se encontraban ajos y cebollinos; melisa, bergamota y cilantro, cerca de las colmenas; la menta –de la que estoy pensando en hacer un post en breve-, estaba apartada del resto de las hierbas, porque es realmente invasiva, con lo cual, perfumaba la puerta trasera de la casa, bajo la sombra de un camino emparrado de vides. En la parte más soleada pegada a la casa, había pasionaria, grandes matas de ruda bajo una higuera, hisopo, azucenas, lirios, tomillo, orégano, romero, ajedrea, salvia y bueno, no quiero extenderme más porque sería imposible describirlo para que realmente tuvieseis una imagen de cómo era.

Lo realmente mágico de todas las “hierbas” es que consiguen despertar todos nuestros sentidos: olores, texturas, vistosidad, el sonido del viento en ellas o los distintos zumbidos o gorjeos según a qué animalillos atraigan y, por si esto no fuera suficiente, no sólo las utilizamos para dar sabor a nuestra gastronomía sino también para potenciarlos; se usan como repelentes de insectos y para evitar plagas en la huerta; para eliminar olores o aromatizar con distintas fragancias nuestras casas; poseen reconocidas cualidades curativas en infusiones, cocimientos, aceites esenciales… ¡No es esta suficiente Magia! Yo creo que sí, y ¿vosotros?, ¿habéis sentido la magia de las “hierbas” alguna vez?


Sol

El Tomillo




¡Hola  Arqueros y amantes de la Naturaleza! ¡Seguimos observando nuestro entorno!
Como os decía en el post anterior, el año pasado planté un pequeño Romero en una jardinera, pues bien, a ambos lados del romero planté unos esquejes de Tomillo, ya que los requisitos tanto de riego como de exposición solar son similares en ambos, y el tipo de suelo y drenaje también. Al hilo, os comento a los que estáis pensando en empezar a fabricaros vuestro mini espacio de aromáticas, que tanto el Romero, como la Mejorana, el Orégano, la Salvia, el Laurel, la Lavanda y el Tomillo, son plantas que podremos tener juntas, ya que todas se desarrollan muy bien a pleno sol y además no requieren muchos cuidados;  son perfectas para un jardín sostenible, un balcón, el alféizar de una ventana o una galería; no necesitan mucho riego en verano, es más, no les gusta que las mimen en exceso, y no tenéis más que daros un paseo por los alrededores para ver que crecen muchas de ellas de forma silvestre; eso sí, procurad que los recipientes en los que os decidáis a cultivarlas no sean de plástico para que no se deshidraten si están muy expuestas al sol en verano, ni sufran un exceso de humedad en invierno.
Vamos a deleitarnos un ratillo con el Tomillo.
El hecho de que lo plantase con el Romero, aparte de lo que os acabo de contar, es porque sus propiedades medicinales son muy similares y también sus florecillas, como podéis ver.
                       


Rafael os podrá contar muchas cosas de las propiedades del Tomillo, yo, como siempre, llevándolo exclusivamente a la experiencia propia, os diré que casa perfectamente con el Romero y que podéis fabricaros un nuevo ACEITE PROPIO incorporando ambos, ya que los dos son excelentes relajantes musculares. Además, el Tomillo es uno de esos antibióticos con los que la Naturaleza nos agasaja, con lo cual, tenemos con él un antiséptico perfecto para esos rasguños en el campo.
Tengo en la estantería un maravilloso libro editado en 1977 por Salvat, que se titula “Historia, mito y presencia de la flor”, y aunque soy más dada a contar que a transcribir, os voy a transcribir un párrafo que viene en la página 119 (por si algunos tenéis el libro):
“Como medicina, los romanos lo emplearon contra las epilepsias y las mordeduras de serpientes. También el tomillo hervido con vinagre decían que disipaba las jaquecas pertinaces. En decocción se consideraba eficaz contra las melancolías perniciosas. Además, se decía que activaba la circulación de la sangre, favorecía el trabajo intelectual y proporcionaba un sueño apacible. Cuando en 1719 se destiló de la esencia del tomillo un fenol llamado timol (que hoy se fabrica sintéticamente), se hizo el agua timolada, tan acreditada para los golpes, reumatismos y tortícolis. También las hojas pulverizadas del tomillo eran consideras un dentífrico excelente. El tomillo en vino producía un brebaje con efecto sanador de úlceras y heridas menores.”
Como podéis ver, los usos del Tomillo son de lo más variopintos desde la antigüedad; pero yo os diré que aparte de utilizarlo junto con el aceite de Romero para los masajes, cuando más lo usamos en casa es en el invierno y en la primavera. Os cuento: las infusiones de Tomillo (unos 20 o 30 gramos de Tomillo por litro de agua), son de esos remedios caseros que funcionan a las mil maravillas para aliviar los dolores de garganta o cuando se tiene el pecho muy cargado de mucosidad; pero además, también funciona muy bien para la tos seca y asmática de las alergias; por eso os decía que cuando más la utilizamos es en invierno, por los catarros y, en primavera, porque tenemos a una alérgica en la familia.
Otro truquillo que os resultará útil y que yo hago a mi hijo –un púber con las hormonas “ajetreadas”- es una decocción (unos 1oo gramos de Tomillo por litro de agua, durante unos quince minutos al fuego, pero sin que llegue al punto de ebullición), que resuelve a las mil maravillas ese fastidioso sudor de los pies y que se transforma en algo irrespirable en las deportivas de un adolescente, ¡seguro que todos los Arqueros que tengáis hijos adolescentes me entendéis!; pero lo mejor, es que funciona igual de bien cuando llegáis a casa agotados y con los pies ardiendo tras una larga jornada de tiro o de estar haciendo senderismo en verano. Sólo tenéis que realizar un baño de pies con la decocción una vez que esté templada, luego enjuagarlos con agua fría y secarlos bien; si tenéis a alguien que os dé un masaje en los pies con cualquiera de los aceites que os habéis hecho vosotros mismos, ya ¡ni os cuento!; también puede ser un auto masaje… ¡Espero que me contéis cómo os ha ido cuando hagáis la prueba!



Como lo prometido es deuda, aquí tenéis las fotos del Romero y del Tomillo. (Perdonad la calidad, pero están hechas con un móvil ).





Otra cosita.
 No tiene nada que ver con el Tomillo, pero tal vez os sea útil a alguno. La foto superior que he puesto del Tomillo, no la he hecho yo, básicamente porque quería que vieseis las florecillas que le salen, y mis Tomillos todavía no han dado flor. La he sacado de una página que os podría resultar útil si tenéis que subir alguna foto a la red y no podéis hacerla vosotros mismos. Son fotos libres  de derechos de autoría. La página en cuestión se llama https://pixabay.com/
¡Suerte Arqueros y Curiosos y hasta el próximo post!


Sol